Llegó a esta tierra el 28 de diciembre en la localidad de Hualquén de la Octava Región, después se trasladó a Angol.
Los primeros sonidos musicales los conoció en la Cordillera de Nahuelbuta, donde habían muchos cultores que participaban activamente en casamientos, bautizos, mingacos o simplemente por celebrar. La guitarra era traspuesta en tercera alta y con ella se acompañaban cuecas, tonadas, valses.
Los caminos de la vida lo trajeron a Santiago, donde pudo participar en los Talleres de don Luis Ortúzar “El Chincolito”, que se realizaban en casa de la gran folclorista Raquel Barros, ahí conoció y aprendió el Canto a lo Divino; empezando a cantar en Novenas y Vigilias, conociendo a grandes exponentes de esta hermosa tradición, quienes pasaron a ser verdaderos hermanos en la fe y amigos en la esperanza, quedando en su corazón el trato respetuoso, cordialidad, educación, amistosos en todo momento.
Ha participado en la grabación del CD “Canto a la Cruz de Mayo en Lo Arcaya”, donde compartió con los maestros Santos Rubio, Chosto Ulloa y Erick Gil.
También grabó sus versos en el CD “Canto a lo Divino” y “El despertar del Canto a lo Divino”, que forman parte del presente trabajo audiovisual.
Aparte de tocar guitarra traspuesta en diferentes afinaciones y toquíos, se encuentra aprendiendo guitarrón chileno; pues su meta personal, está en mantener viva la tradición del Canto a lo Divino y jamás olvidarse de su pasado.
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